El futuro laboral a través de la pirámide poblacional en España
El Círculo de Empresarios ha aprovechado el momento de negociaciones políticas para poner sobre la mesa un debate que lleva años pendiente de alcanzar una solución: cómo vamos a ser capaces de garantizar el denominado Estado del Bienestar.
En su último informe, el organismo dibuja un futuro negro y aporta varios datos que reflejan la necesidad de tomar medidas inmediatas para fomentar la natalidad y avanzar en la conciliación de la vida personal y laboral, dos aspectos clave para revertir la tendencia actual.
“Dentro de una década, si no se produce un giro demográfico, cada año se jubilarán entre 700.000 y 800.000 personas y se incorporarán al mercado de trabajo en torno a 400.000 personas, cifra que se corresponde en la actualidad con los nacimientos anuales. Este flujo de salida y entrada del mercado de trabajo pone en riesgo el crecimiento económico, la viabilidad del sistema de pensiones y la sostenibilidad del Estado de Bienestar”. Ésta es una de las primeras reflexiones del informe y de la que parte toda su exposición.
En su opinión, el problema es que está aumentando la esperanza de vida y que la caída de la natalidad se lleva reduciendo desde la década de los 80, por lo que poco a poco se está distorsionando la pirámide poblacional y la tendencia no da visos de cambiar de rumbo. Tanto es así que a mediados de siglo una de cada tres personas en España estará jubilada, una proporción que solo superará Japón en todo el mundo según Bank of America Merrill Lynch.
“En 2050 el 35,1% de la población española tendrá 67 o más años, frente al 16,5% actual. Esta circunstancia tendrá consecuencias sobre el potencial de crecimiento, modificará los patrones de consumo, ahorro e inversión y reducirá la población activa”, recalca el Círculo de Empresarios, que resume en este gráfico el brutal desajuste poblacional que viviremos si no se pone remedio:
Con este escenario sobre la mesa, el informe recalca que “España, al igual que ocurre en algunos países de la Unión Europea, tiene en el envejecimiento de la población uno de los mayores retos a afrontar a medio y largo plazo”.
Necesitamos más niños
Según el Círculo de Empresarios, es necesario tomar medidas para aumentar la natalidad, ya que estamos por debajo del umbral que la teoría económica considera necesaria como para garantizar el sistema.
“La teoría clásica establece que a largo plazo la tasa de crecimiento de la población ocupada es igual a la de la economía menos la de la productividad laboral. Si consiguiéramos un crecimiento a largo plazo de nuestro PIB y de la productividad del 2%, la población ocupada se mantendría estable, lo que requeriría a su vez una tasa de fecundidad de 2,1 hijos por mujer, superior al 1,33 que había en 2014 en España”, asegura el informe.
Desde mediados de los años 80 no solo se ha reducido en tres décimas la tasa de natalidad (en 1985, por ejemplo, se situaba en el 1,6%), sino que hemos perdido posiciones y nos encontramos a la cola de las principales potencias europeas y mundiales. En Francia, por ejemplo, la tasa ronda el 2%, mientras que en Estados Unidos se sitúa en el 1,86%; en Reino Unido, en el 1,81% y en Alemania, el 1,47%. Todos esos países han logrado aumentar su tasa de natalidad en los últimos 30 años.
“Si no se adoptan medidas para tratar de evitarlo, se mantendrá esta tendencia y el número de nacimientos continuará cayendo. De ser así, entre 2014 y 2029 nacerán más de 5 millones de niños, un 25% menos que en el quinquenio anterior y los efectos de esta reducción impactarán negativamente en el crecimiento económico a largo plazo”, recalca el Círculo de Empresarios.
Más incentivos y conciliación, las claves
El informe recuerda que a la hora de tomar la decisión de tener hijos pesa el entorno familiar, el económico y las expectativas vitales. Por ello, una buena política de ayuda familiar podría mejorar la situación actual, aunque no provocaría un cambio inmediato de la tendencia demográfica.
Si miramos el contexto internacional, encontramos dos tipos de ayudas para fomentar la natalidad: por un lado, los incentivos económicos y fiscales directos a las familias y, por otro, el apoyo a las familias con padres que trabajan y tienen hijos de menos de tres años. Unas políticas que, en definitiva, debería incentivar España.
Como se observa en el gráfico, los países nórdicos destacan por su amplio apoyo a los padres con hijos pequeños, mientras que Francia sobresale por las ayudas económicas y financieras que concede. Además, en casi todos los países el gasto público destinado a las familias supera significativamente al de España.
“Los países de la OCDE dedican una media del 2,55% de su PIB a este tipo de incentivos, principalmente mediante transferencias en efectivo. Esta cuantía asciende al 4% en Dinamarca, Irlanda y Reino Unido. España gasta aproximadamente un 1,5%, por encima de Corea del Sur (1,16%) y Portugal (1,45%)”, detalla el estudio.
¿Y qué medidas podrían ponerse en práctica de forma más inmediata? El Círculo de Empresarios cree que la clave está en avanzar en la conciliación entre la vida familiar y la laboral poniendo en marcha medidas como desarrollar una red más amplia de guarderías, adaptar el calendario y el horario escolar al laboral (como en Reino Unido o Alemania) o plantear un nuevo esquema de permisos parentales compartidos (a imagen y semejanza de los países nórdicos).
Otras fórmulas son fomentar el teletrabajo, impulsar la flexibilidad horaria de los trabajos (poder acumular horas trabajadas para compensar un menor horario futuro, facilitar el cambio de turno entre empleados, flexibilidad para tomarse los descansos…) y reducir el número de contratos laborales para permitir que los jóvenes se independicen antes y puedan empezar a formar una familia a una edad más temprana.
En lo que a los incentivos financieros se refiere, las fórmulas que podrían ponerse en marcha son ayudas a través de subsidios o permisos parentales remunerados, mientras que en el terreno fiscal algunas alternativas son la puesta en marcha de exenciones o deducciones para los padres, así como bonificaciones para las empresas que creen guarderías para los hijos de sus empleados.
Los empresarios también consideran necesario tomar medidas en materia educativa, como por ejemplo reforzar la educación sobre la igualdad y la necesidad de compartir tareas domésticas, o establecer una asignatura en secundaria sobre finanzas personales para que los adolescentes tomen conciencia de su futura corresponsabilidad en el mantenimiento de eso que actualmente llamamos Estado de Bienestar.
Fuente: idealista.com